Esta semana pasada se ha armado cierto revuelo en los medios y en las redes sociales por la desafortunada venta del traje típico del bando de la huerta en unas grandes superficies de Cartagena, presentándolo como el "traje regional". El problema en sí no es que se venda, sino que se anuncie como algo que no es.
Evidentemente ese traje no tiene alcance regional, sino que su alcance está acotado al municipio de Murcia y a algunos pueblos de la región que lo han integrado recientemente entre sus tradiciones, por carecer de ninguno propio. No es el caso de Cartagena.
El problema es que no se apoye al nuestro y sí al del vecino. Otra situación distinta sería si en el mismo "stand" de esas grandes superficies aparecieran los distintos modelos de traje típico cartagenero junto al traje típico murciano y el eslogan "Trajes típicos". No creo que nadie se diera por ofendido.
La relativa gravedad del asunto ha llevado al grupo político Movimiento Ciudadano (MC) a hacer un llamamiento público a "la implicación del sector empresarial con el patrimonio y las tradiciones de la Comarca de Cartagena", lo que no es más que una forma sutil de llamar la atención de esa gran superficie para que no juegue con asuntos delicados que le pueden aportar más pérdidas que beneficios.
En resumen, "Donde fueres, haz lo que vieres".
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